4 ventajas de utilizar mnemotecnias para estudiar

Hemos hablado mucho sobre diferentes técnicas que nos ayudan a memorizar mejor y optimizan nuestro tiempo y esfuerzos en el estudio, lo cual de cara a un examen puede ser algo crucial.

Aunque tratamos con naturalidad el tema, y en ocasiones damos por hecho que nuestros lectores saben ya ciertas cosas…, somos conscientes de que cuando hablamos de mnemotecnia aplicada al estudio, puede ser difícil hacerse una idea de cómo se utilizan estas técnicas, y hasta qué punto pueden llegar a ser efectivas cuando las aplicamos en un temario concreto. Además de que, por lo general, si no hemos realizado ningún curso, ni estamos muy familiarizados con el tema, puede que no nos imaginemos cómo, ni con qué tipo de material podamos utilizar estas estrategias.

Sin embargo en Escuela de la Memoria estamos acostumbrados a ver como nuestros alumnos mejoran exponencialmente su rendimiento, después de realizar alguno de nuestros cursos online, en los que además de técnicas de memorización, tratamos otros temas como la organización, la gestión del tiempo, estrategias de repasos… Creemos que la técnica es una parte fundamental para conseguir ser eficaces en el estudio.

Con el objetivo de dar a conocer un poco más el mundo de las estrategias de memorización aplicadas al estudio, en este post queremos hablarte de 4 de las múltiples ventajas que tiene utilizar estrategias para memorizar.

  1. Ahorrar tiempo al memorizar

Cuando utilizamos adecuadamente un método de memorización, reducimos considerablemente el tiempo que necesitamos para consolidar un aprendizaje específico, durante la sesión de estudio. Esto quiere decir, que después de la sesión podremos recordar con mayor facilidad y precisión, un material o una serie de datos concretos (especialmente si hablamos de datos puros).

  1. Memorizar mejor a largo plazo

Gracias a la elaboración mental que realizamos sobre los datos que memorizamos cuando utilizamos mnemotecnias, no solo recordaremos mejor lo estudiado al final de la sesión de estudio, sino que también mantendremos este contenido en nuestra mente durante mucho más tiempo.

Sabemos que sin repetición, un contenido concreto que haya sido leído una sola vez, puede esfumarse rápidamente, y olvidarse por completo en apenas unas horas o días. Sin embargo cuando utilizamos imágenes mentales, asociaciones, u otras estrategias de memorización, podemos mantener un material, leído una sola vez, durante muchos más días, o incluso semanas, sin realizar ningún tipo de repaso.

  1. Reducir la necesidad de repasos

Al hilo de lo que comentábamos en el punto anterior, si estudiamos sin ningún método, necesitaremos muchos más repasos, y probablemente terminaremos olvidando lo aprendido poco después del examen.

Por el contrario cuando utilizamos adecuadamente una buena técnica para memorizar, podemos permitirnos el lujo de realizar repasos estratégicos con mucha menos frecuencia, y consolidaremos el aprendizaje con mayor facilidad y profundidad, pudiendo gravarlo de forma permanente en nuestro cerebro.

  1. Evitar el efecto “mente en blanco”

Uno de los grandes enemigos de un estudiante, es el efecto “mente en blanco”, el cuan puede anularnos totalmente en un examen, generándonos la sensación de que en ese momento no podemos recordar nada, y de que cualquier intento o esfuerzo por recordar es inútil. Básicamente tenemos la sensación de no saber nada o no poder recordar nada.

Una de las ventajas del uso de mnemotécnicas, es que nuestra mente relaciona los conceptos entre sí, y además el propio método nos proporciona muchas facilidades para recuperar la información. De este modo es como si la información estuviese atada a una cuerda de la que podemos ir tirando y recuperando la información memorizada en el pasado con mayor facilidad, y menor esfuerzo mental.

Esperamos que este post te ayude a comprender un poco mejor cuales son algunas de las ventajas que puedes obtener al usar estrategias de memorización o mnemotecnias.

Aprende las técnicas que necesitas de memorización en nuestro curso online Superaprendizaje