Como incorporar el hábito de estudio

Esta entrada es para todos aquellos estudiantes que tienen dificultades para incorporara el hábito de estudio a su rutina. Especialmente, los consejos que os proporcionamos a continuación, pueden ser de gran ayuda para opositores o estudiantes que necesitan estudiar muchas horas al día, durante largos periodos de tiempo.

Bien, pues vamos allá…, algunos consejos que te pueden ayudar a adquirir el hábito de estudio, pueden ser los siguientes:

Localiza el estudio fuera de tu ambiente habitual. Comienza estudiando en una biblioteca o una sala de estudio, de esta forma saldrás de tu entorno y te introducirás en un contexto nuevo en el que solo podrás estudiar. Además no tendrás estímulos asociados o condicionados a este nuevo contexto, por lo que te resultará más fácil concentrarte y más difícil pensar en hacer otras cosas como jugar  con el móvil o el ordenador, ver la televisión, etc.

Plantéate objetivos por tiempo. Normalmente los estudiantes tenemos la tendencia a plantearnos objetivos por contenido, del tipo «voy a ver dos temas hoy…» o «esta semana voy a terminar este bloque…», pero este tipo de objetivos al principio pueden ser frustrantes si no conseguimos cumplirlos. De hecho cuando no conocemos lo suficiente un temario, es muy probable que los objetivos por contenido no sean realistas, y por lo general nos ponemos objetivos demasiado ambiciosos.

Por otra parte los objetivos por tiempo nos ayudan a enfocarnos en el tiempo que le dedicamos al estudio, lo cual es clave cuando aún no tenemos el hábito consolidado. Además este tipo de objetivos nos ayuda a tener en cuenta que tipo de actividades debemos realizar y cuanto tipo debemos emplear para cada una de ellas, así como cuanto tiempo tenemos que estudiar y a cada cuanto tiempo podemos hacer descansos.

Divide tu sesión en diferentes actividades. Cuando estudiamos no solo tenemos que leer una y otra vez el temario, sino que también tenemos que realizar tareas como seleccionar la información, realizar resúmenes, trabajar la memorización, realizar ejercicios prácticos, hacer repasos estratégicos… Dividirnos la sesión en actividades y dedicarles un tiempo programado a cada una de ellas, nos puede ayudar a tener una sesión de estudio muy completa y mucho más llevadera, ya que no estaremos haciendo todo el rato lo mismo.

Realiza descansos periódicos. Descansar a cada cierto tiempo debería formar parte de nuestra sesión de estudio, y es una parte tan importante como cualquier otra. Los descansos nos ayudan en muchos aspectos, y a pesar de que muchas veces desestimamos los sistemas que intercalan los descansos y las distracciones programadas con el estudio, los resultados que podemos obtener gracias a estos sencillos descansos, son muy positivos y relevantes (si quieres más información visita esta entrada).

Haz un horario y comprométete con él. No intentes estudiar sin tener una organización previa… no importa el tiempo que tengas a lo largo del día, haz un horario en el que puedas determinar unas horas para el estudio, y no estudies fuera de esas horas. La organización es fundamental, sin ella tendremos la falsa ilusión de que podemos estudiar en cualquier momento, y esto se acaba trasformando en la escusa perfecta para postergar el estudio.

No dependas de la motivación. Debemos entender que la motivación es muy importante, pero no debe ser determinante para que estudiemos o no. Tenemos que desarrollar motivos y razones suficientes para ser capaces de estudiar incluso cuando no nos apetezca nada, y nuestra motivación este por los suelos… Un buen estudiante desarrolla su tolerancia a la frustración y persigue sus objetivos pese a que la motivación no le acompañe.

Si quieres mejorar tus capacidades para memorizar y adquirir un buen sistema de estudio, descarga tu Ebook Recetas para estudiar mejor para mejorar tus resultados.

¡Hasta pronto Memorión!