La curiosidad mejora la memoria

En este post os queremos hablar de cómo podemos predisponer a nuestro cerebro para memorizar. Precisamente la impulsora de nuestra memoria, puede ser la curiosidad, como nos exponen los interesantes resultados de un estudio neuropsicológico, sobre los que queremos hablar.

Muchas veces nos preguntamos cosas como… ¿Por qué cuando estudiamos o intentamos aprender un idioma nos cuesta tanto memorizar?, Y sin embargo ¿Por qué somos capaces de memorizar con gran facilidad el argumento de una película, la respuesta a un acertijo, una anécdota interesante… etc.?

Un artículo publicado en la revista Neuronasegura que la expectación que nos genera un tema sobre el que sentimos curiosidad, genera un «estado» cerebral que nos predispone a aprender y retener toda clase de información relacionada con el tema en cuestión, e incluso también la información no relacionada. En este «estado de curiosidad», como si se tratara de una especie de agujero negro, el cerebro no sólo absorbe lo que nos interesa sino que también devora y almacena todos los datos que rodean a la situación en la que hemos despertado nuestro interés.

El experto en neurociencia Charan Ranganath parece haber demostrado que la curiosidad prepara al cerebro para el aprendizaje y la memoria a largo plazo. Para ello realizó un estudio en el que a los participantes se les hacía una pregunta, y 14 segundos después se les mostraba un rostro de forma aleatoria. Se puedo comprobar que cuanto mayor interés generaba una pregunta, más se favorecía una mayor eficacia a la hora de recordar, ya que los sujetos no solo recordaban mejor la respuesta, sino que también el rostro de la foto que habían visto 14 segundos después de la pregunta.

Además tener curiosidad por algo, activa nuestro sistema de recompensa cerebral y moviliza dopamina. El hipocampo, que es un núcleo cerebral fundamental para el establecimiento de la memoria, también se ve beneficiado por nuestro estado de curiosidad o expectación, y se activa más cuando sentimos cierto interés por algo.

El tándem sistema de recompensa-hipocampo, hace al cerebro más receptivo para aprender y retener información, incluso como ya hemos dicho, si esa información no es de particular interés o importancia. Por lo tanto podemos decir que es la curiosidad la que nos lleva a retener incluso esos pequeños detalles o datos aparentemente irrelevantes, que rodean un tema por el cual sentimos inquietud y curiosidad.

En el estudio se exponen tres resultados o hallazgos interesantes:

-En primer lugar, cuando los sujetos se mantenían curiosos por conocer la respuesta a una determinada pregunta, eran mejores aprendiendo esta información, lo cual era de esperar… Pero mucho más sorprendente, es el hecho de que cuando despertaron su curiosidad, también mostraron un mejor aprendizaje de la información que no estaba relacionada con la respuesta, e incluso también eran mejores en tareas de reconocimiento de las caras que previamente les habían mostrado, y sobre las que no tenían ninguna curiosidad. También fueron capaces de retener mejor la información, aunque el retraso para conocer la respuesta fuera de 24 horas.

-En segundo lugar, se observó que cuando los sujetos despertaban su curiosidad, ponían en marcha el circuito de recompensa cerebral.

-Y por último, en tercer lugar, los investigadores observaron que en el aprendizaje motivado por la curiosidad hubo una mayor actividad en el hipocampo, como ya hemos dicho, un núcleo cerebral que interviene en la adquisición y el almacenamiento de la memoria, y también vieron un aumento en las interacciones entre el hipocampo y el circuito de recompensa.

Por lo tanto de estas conclusiones se deprende una especie de «truco», que podemos utilizar cuando tengamos que aprender o memorizar por obligación. Si aprendemos a hacernos preguntas que despierten nuestra curiosidad realmente, sobre cosas que nos interesen mucho, podemos mejorar nuestra capacidad para memorizar lo que debemos memorizar por obligación. El secreto está por lo tanto, en aprender a poner al cerebro en ese «estado» al que le lleva la curiosidad, en el que se encuentra receptivo y capaz de asumir o absorber todo tipo de información, incluso la que en principio no nos interesa en absoluto.

Desde Escuela de la Memoria te recomendamos que acostumbres a impulsar tu curiosidad, y que te hagas preguntas interesantes, sobre todo tipo de cosas, esencialmente intenta mantener tu mente activa y curiosa en temporadas de estudio, por supuesto sin dejar de lado las técnicas de memorización.