5 Consejos para comenzar el curso con buen pie

Los primeros días de clase son decisivos para marcar una buena trayectoria el resto del curso, especialmente cuando empezamos unos nuevos estudios. Es un hecho que el cambio de estudios muchas veces va acompañado de un cambio de notas. Así que hoy vemos 5 consejos para que empieces el curso con buen pie y que puedas acabarlo también con buen pie.

1 Elige un buen sitio

La última fila está reservada para los que llegan tarde y para los que tienen pensado estar pendientes de otras cosas en clase. En cambio, la primera fila denota que se tiene interés por la clase. Esto se cumple para la mayor parte de alumnos, los grupos de trabajo se harán por cercanía, así que puede ser una condena desde el principio. Lo bueno es que el primer día tú eliges donde quieres sentarte.

2 Busca buenos amigos

Lo normal es que se hagan prácticas o trabajos en grupo (mejor en equipo). Si tenemos interés por el curso y nos juntamos con gente que también lo tiene, el resultado será bueno. Todos aprenderéis del resto de miembros del equipo, saldrán buenos trabajos y todo irá rodado.

Hay veces que los grupos de trabajo se hacen por descarte o por cercanía. Suele ser un fracaso anunciado. Cuando no hay interés, se nota en los resultados. Trabajos donde se ve que cada uno ha hecho un trozo y después lo han ensamblado de cualquier forma o entregas fuera de plazo…

Así, que haz por conocer a los compañeros y elegir bien.

3 Especialmente atento los primeros días

Pregunta, no te pierdas los primeros días. Si tienes alguna carencia en alguna asignatura habla con tu tutor y busca material complementario para ponerte al día antes de que sea demasiado tarde.

Atento a las tareas que manden para casa, a la forma en que cada profesor te pide entregarlas.

4 Todo al día

Los primeros días tenemos la agenda vacía pero las listas de tareas crecerán rápidamente y te des cuenta te darás cuenta de que llega un momento donde ya es difícil ponerse al día. Así que evita que llegue este momento, ves eliminando las tareas a medida que lleguen, evitando la ley de Parkinson.

5 Buena actitud

Hagamos un pequeño ejercicio de empatía. Miras al fondo de la clase y ves a gente espatarrada en la silla, jugando con el móvil en clase y que pregunta lo que acabas de decir. La impresión no es buena.

En cambio, cuando ves a alguien en la primera fila (o la segunda), que está escuchando, que te mira y que te hace alguna pregunta, pues la tendencia es a ayudarle. Si no se ha enterado de algo le explicas por reciprocidad.

Una buena actitud siempre ayuda, y los estudios no son una excepción.

Un buen momento para repasar el decálogo del buen estudiante y llevarlo a la práctica.

¿Cómo ha ido el inicio de curso?