Mapas Mentales

Aprender a hacer mapas mentales me ha producido una sensación contradictoria:

  • Alegría porque sabes que esto cambiará tu vida.
  • Tristeza por no haberlo aprendido antes.

Esta misma sensación la he tenido con otros aprendizajes importantes en mi vida como la mnemotecnia. Y es que los mapas mentales son una de esas herramientas que puedes utilizar en multitud de situaciones y que te facilitan muchísimo la vida.

Desde resumir un tema, a planificar unas vacaciones, un libro, un proyecto, una reunión o una presentación en público.

El término de mapa mental fue acuñado por Tony Buzan en 1974 con su libro «Use Your Head» y se ha extendido y popularizado mucho durante estos años.

A nosotros, una de las utilidades que más partido le sacamos, es en los estudios. Los mapas mentales son una excelente combinación de síntesis y de creatividad. En los mapas mentales reflejamos los conceptos clave del tema a desarrollar, incluimos pequeñas asociaciones, relaciones y dejamos volar la imaginación haciendo dibujos que nos den una idea muy gráfica del tema que estudiamos.

La elaboración del mapa mental ya supone un trabajo que se ve ampliamente recompensado. La implicación en su desarrollo se traduce en que lo vamos a recordar mejor.

Dicen que un ejemplo vale más que 1000 palabras, así que aquí va un ejemplo de mapa mental de un tema de telefonía:

Escuela de la Memoria | Mapas Mentales

Otro mapa mental que utilicé para el artículo Cómo recordar los libros que lees:

Escuela de la Memoria | Mapas Mentales

Un mapa mental de este tipo te permite:

  • Mantener un guión sin tener que ir pasando páginas mientras hablas.
  • Repasar el contenido de un solo vistazo.
  • Puedes compartir el mapa con cualquier persona y aunque sea el primer mapa mental que ve, lo va a entender.

En el centro del mapa ponemos una imagen representativa del tema a tratar. Vamos creando ramas en el sentido de las agujas del reloj poniendo cada apartado y sus subapartados. Es mejor utilizar una sola palabra. Creamos asociaciones entre las ramas, ponemos iconos, dibujos…

Así podemos ir añadiendo cada rama al mapa mental del tema que queramos representar.

Escuela de la Memoria | Mapas Mentales

No es necesario ser excesivamente ordenados, esto es, no pasa nada porque no se respete al 100% la jerarquía de los apartados y subapartados.

Un concepto que me gusta especialmente cuando creamos mapas mentales es el de «Incubación». Cuando crees que tienes acabado el mapa mental, puedes dejar pasar unas horas o incluso unos días. Irán apareciendo ideas relacionadas con tu mapa mental y podrás revisarlo para mejorarlo.

En nuestros cursos puedes ampliar tus conocimientos sobre mapas mentales. En Superaprendizaje los orientamos al estudio y a la planificación. En el curso de Memorización Literal vemos como nos ayudan cuando queremos memorizar palabra por palabra.

¿Ya estás utilizando los mapas mentales en tus estudios? ¿Para qué los utilizas?