Podemos comparar la forma en la que utilizamos nuestra memoria al de un almacén.
Vamos a encontrar 3 tipos de almacenes:
La memoria como un almacén moderno
Es amplio, la información está ordenada correctamente y se puede acceder muy rápido a cualquier lugar.
Este tipo de memoria-almacén es el que utilizamos los memorizadores. Tenemos técnicas que nos permiten crear armarios y estantes en nuestra mente; así podemos almacenar la información de forma ordenada y acceder a ella fácilmente. Si crees que tienes poca memoria o si estás estudiando, tal vez sería una buena idea que utilices este sistema de almacenamiento.
La memoria como un almacén antiguo
Tiene menos espacio y no siempre encontramos lo que buscamos. A veces tenemos la sensación de que nuestra memoria ya no funciona como antes, que olvidamos muchas cosas o que cuesta almacenar nuevos recuerdos. Tu memoria está funcionando como un almacén antiguo.
La memoria trastero
Es el caos. Lanzar información y luego esperar que aparezca cuando lo necesitamos. Malos hábitos pueden convertir nuestra memoria en un trastero sin ningún tipo de orden.
Lo bueno es que estés donde estés, y aunque creas que tienes una mala memoria, puedes convertir tu memoria en un almacén moderno. El primer paso para conseguirlo es proponértelo y hacer las acciones que te permitirán mejorar tu memoria.
Miguel Ángel Vergara te lo explica en este vídeo:
Un saludo y hasta pronto!