Cómo adquirir el hábito de memorizar

En la vida cotidiana realizamos una gran cantidad de acciones que con el paso del tiempo se convierten en hábitos. Un hábito es un comportamiento que repetimos diariamente hasta que se convierte en costumbre y lo realizamos sin esfuerzo. En función de los hábitos que adquirimos vamos desarrollando diferentes cualidades.

Algunas personas piensan que solo cultivando su cuerpo es suficiente para mantenerse bien y con salud. Pero si únicamente realizamos actividades para cuidar nuestro cuerpo estamos dejando de lado otras áreas también importantes que forman parte de nosotros, por ejemplo la memoria, y ¿por qué es importante?

La memoria es la base de todos los éxitos profesionales y no profesionales porque todo el conocimiento descansa en la memoria. Cicerón lo citó de la siguiente manera: «la memoria es el tesoro y el guardián de todas las cosas». Es imprescindible porque sin ella no seríamos capaces de recordar el significado de las palabras que está leyendo, y tampoco sería capaz de recordar el alfabeto. Si nuestra memoria no funciona bien es similar a un colador, en el que por mucho líquido que vertamos no será capaz de retener nada. Cuando somos jóvenes parece no tener importancia y la  damos por  adquirida de forma indefinida, parece que seremos capaces de mantenerla en forma permanente y que no se deteriora, por este motivo no le solemos prestar atención y no realizamos ejercicios para estimularla.

A medida que pasa el tiempo puede que nos ocurra que aquello que se nos quedaba con facilidad años anteriores, ahora nos resulte difícil de retener y perdamos información fácilmente. La sobreestimulación y las múltiples distracciones que tenemos hoy en día favorecen enormemente esta pérdida de facultades ¿por qué? porque al estar distraídos todo el día y no dedicarle un tiempo específico a cultivar nuestra memoria va degenerando progresivamente, aparece lo que en escuela de la memoria denominamos el óxido mental.

¿Qué podemos hacer? igual que hacemos con nuestro cuerpo para mantenerlo en forma lo podemos hacer con nuestra memoria: estimularla con ejercicios y dedicarle un tiempo diario a cultivarla. Si lo hacemos notaremos que está cada vez más en forma y que responderá mejor a las necesidades que tenemos en cualquier ámbito de la vida. Es como cuidar una planta que regamos diariamente para mantenerla en buenas condiciones el tiempo que nos sea posible. En el libro que hemos publicado recientemente hay ejercicios para que podamos adquirir este maravilloso hábito de forma amenamente práctica.

Gracias por leernos.

Feliz día.