La memorización literal consiste en memorizar palabra por palabra un texto determinado. Hay oposiciones en las que no se exige la memorización literal explícitamente pero de forma indirecta sí que lo hacen. Otras en las que sí lo recomiendan, ya que hay determinadas pruebas en las que hay que cantar los temas. Otras que lo llevan implícito porque no puede haber variación en la interpretación de los artículos. En definitiva, está claro que en multitud de oposiciones la memorización literal juega un papel muy importante, y en algunas es imprescindible.
Sin embargo, puede haber personas que no opositen y también se puedan beneficiar de las ventajas que ofrece aprender la memorización literal. Citaremos algunos ejemplos en los que disponer de una metodología clara y aplicarla nos aportará una ventaja clave para destacar y conseguir mejores resultados.
EJEMPLOS:
- En los exámenes a desarrollar: la mayor parte se puede razonar e ir completando gracias a las técnicas de estudio adecuadas, pero hay detalles que pueden marcar la diferencia y que hacen que la persona que te examina perciba que tu implicación ha sido mayor. Por ejemplo: añadiendo citas de autores de forma literal que aparecen en el temario, definiciones de términos, artículos o referencias al pie de la letra. Si nuestra implicación es mayor y damos más, es más probable que la valoración de la persona que nos corrige sea mayor y nos dé más (nota 🙂 )
- En los exámenes tipo test: hay una nueva modalidad de test en los que copian parte del texto y cambian palabras al azar, exigiendo a continuación que identifiques la correcta. Cuando es un texto pequeño puede no haber problema pero cuando se trata de párrafos enteros la cosa cambia. Para las personas que han aplicado la metodología EM literal con su temario, este tipo de pruebas les resultará fácil porque identifican y reconocen las palabras cambiadas debido a que lo han memorizado previamente, y si no han completado el proceso están muy familiarizados con él y lo pueden deducir.
- En los supuestos prácticos: hay casos prácticos en los que suelen coincidir partes comunes por sistema y que se deben citar de forma literal. Por ejemplo: lectura de derechos, referencias a una ley (según la ley…..). En estos casos no podemos ponerlo a nuestra manera, por lo que es necesario la memorización literal que requiere precisión y no puede dar lugar a ambigüedades.
- En conferencias públicas o exposiciones de trabajos en clase: la mayor parte la desarrollamos con nuestras palabras pero añadir citas de autores, definiciones o referencias de forma literal hace que la persona que escucha perciba que conoces el tema porque te has tomado la molestia de memorizarlo. Son detalles que podemos aplicar fácilmente si sabemos cómo.
- En obras de teatro: hay obras que son muy extensas y personajes que tienen mucho texto que memorizar. En estos casos tener una metodología clara que nos permita memorizarlos nos resultará de gran ayuda para reducir la ansiedad que produce el no saber qué viene después.
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