Escuela de la Memoria | Cómo estudiar las oposiciones de justicia
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Cómo estudiar las oposiciones de Justicia

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Cómo estudiar las oposiciones de Justicia

El preparar oposiciones casi siempre es una tarea  muy dura, para muchos no sólo es estudiar sino también trabajar y atender a su familia.

Tener tan poco tiempo y un gran temario genera una constante sensación de estrés.

Haciendo que adaptarse a este ritmo de trabajo se vuelve más complicado. Especialmente para aquellos que llevan más tiempo sin estudiar.

Además las oposiciones de justicia tienen una dificultad añadida, las leyes.

Esto se puede notar más, o menos, según la oposición que estés preparando.

Pero seguramente te ha pasado que al leerlas por primera vez no entiendes nada.

El vocabulario tan técnico que poseen muchas leyes, hace difícil comprender rápidamente que están tratando de explicar, consumiendo tiempo valioso. 

O también has experimentado esa sensación de lentitud al tratar de memorizarlas.

Muchos opositores caen en el error de repetirlas sin más pero el problema es que cuando no entiendes algo, recordarlo se vuelve muy difícil.

Verás, trata de recordar a alguien exponiendo un tema de memoria. 

¿Qué suele suceder cuando olvida una sola palabra?

Tal y como en el efecto dominó, olvida  todo lo demás y es incapaz de seguir adelante. 

Imagina que pasaría si tienes que memorizar varias leyes de esta forma.

Si te sientes abrumado, no te preocupes, cuando utilizas un método adecuado de estudio verás que hasta la ley más enrevesada se puede memorizar fácilmente.

De hecho, en este artículo te vamos a revelar varias estratégias para lograrlo.

¡Así que busca papel y boli, que vamos a ello!

¿Cómo estudias para las oposiciones de Justicia?

Los comienzos suelen ser duros, así que antes de que empieces a correr como un pollo sin cabeza por el temario, tomate un tiempo para analizarlo bien.

El secreto para llevar a buen puerto la oposición es tener una organización adecuada.

No es necesario estudiar por 8 horas lo que puedes estudiar en 4 o 2.

Ya que sino entonces te vas a desgastar innecesariamente.

Ten en cuenta que no eres una máquina, aunque parezca obvio, muchos opositores creen que la clave es quemarse las pestañas estudiando.

No estamos diciendo que no sea necesario esforzarse, pero hazlo inteligentemente.

Recuerda, esta es una carrera de fondo y no un sprint, tu cuerpo y mente tienen que estar en óptimas condiciones para mantener el ritmo.

Es preferible estudiar poco pero con gran eficacia, que mucho y olvidar todo al final del día.

Además esa planificación debe ser flexible con tu tiempo y realista, ya que si exageras con tus objetivos solo conseguirás desmotivarte.

Y para ejecutar ese proyecto de forma correcta necesitas herramientas.

Con la planificación definirás claramente la meta y con la técnica cómo alcanzarla.

Si alguien quiere cavar un gran hoyo en el suelo, no será igual de sencillo si utiliza una cuchara, a si lo hace con una pala o una máquina excavadora.

Cuando te apoyas de un método efectivo, cada paso que des se multiplica enormemente.

Por supuesto, esto también se aplica en el caso de estudiar temas para una oposición.

Tal vez esto no lo conozcas porque has vivido con el lema “La letra con sangre entra”. Pero para cada tipo de dato, existen técnicas para memorizar rápidamente.

No es que tengas mala memoria, es que llevas toda tu vida usando una cuchara sin saberlo.

El estudio puede volverse un proceso más divertido de lo que crees,  no es sólo repetir y repetir sin más, sino que también existen otras fases muy importantes.

Saber esto cobra especial importancia a la hora de encarar el estudio de leyes.

Precisamente allí es en donde más errores puedes cometer.

Si aún pasas horas y horas estudiando, sin poder memorizar nada. Entonces permítenos echarte una mano.

En Escuela de la Memoria contamos con un equipo de especialistas multidisciplinarios y con una metodología utilizada en la alta competición, adaptada al ámbito académico para que te resulte fácil y rápido de aplicar.

Todo con el objetivo de que puedas sacarle el máximo partido a tu mente.

Por ello nos hemos convertido en expertos sobre técnicas de estudio y memorización, ayudando a más 10.000 alumnos a desarrollar sus capacidades y alcanzar sus metas.

Teniendo esto en mente, con el artículo de hoy vas a conseguir:

Tener mayor seguridad y confianza, desarrollando tus capacidades mentales.

Estrategias que te permitirán aprovechar al máximo tu tiempo de estudio.

Las técnicas para memorizar de forma rápida y fácil cualquier ley

¿Cómo planificarte para estudiar las oposiciones de Justicia?

Técnicas especializadas

La memoria que tienes es mucho más capaz de lo crees. Sólo necesitas las herramientas para liberar su potencial al máximo.

Con ayuda de la mnemotecnia, verás que no hay información que se te resista.

Este método consiste en crear imágenes impresionantes para memorizar. Y para recordarlo utilizamos el acrónimo ABSUME

El primer paso es crear imágenes absurdas (AB), las cuales captarán tu atención.

Luego sustituirlas con el material que quieres memorizar (SU).

Por último asegúrate que la escena tenga movimiento (M) y que esta sea lo más exagerada posible (E). 

Ya sea que utilices este método para recordar una fecha, un nombre o una ley. Vas a ver que el enlace que has hecho con tu imaginación lo recordarás por mucho tiempo.

En nuestro canal de YouTube tenemos múltiples ejemplos aplicando el método, te recomendamos que pases por allí si quieres conocerlo más a fondo.

Estructura de trabajo

Si quieres mejorar tu flujo de trabajo al preparar tu oposición, entonces no puedes estar improvisando en cada sesión de estudio.

Eso es como esperar que los planetas se alineen justo cuando lo desees.

Puede que funcione una vez o dos, pero contar con ello en todo momento que vayas a estudiar es esperar demasiado.

Además, al usar un método de estudio te familizarás tanto con él que pasarás por cada fase del sistema con mayor rapidez

De tal manera que aumentará tu productividad, reduciendo por mucho las distracciones.

Por si tienes dudas sobre cuál método elegir, depende en gran medida de tu temario.

En todo caso, nosotros te recomendamos que empieces con el método PQRST si te preparas para un examen tipo test o SQ4R por si el examen es de desarr

Adaptar el temario

En las oposiciones es normal encontrarse con temarios muy extensos.

Lo más normal es llegar a la conclusión de que debes memorizar todo al pie de la letra.

Pero aunque parezca contraintuitivo, muchas veces no es necesario.

Hay veces que los materiales están llenos de contenidos que no serán evaluados en la oposición, ya sea porque no son tan importantes o dejaron de ser vigentes.

Es decir, sale más rentable estudiar de primero aquello que tienes la certeza que va aparecer sí o sí y dejar para después aquello que tiene menos relevancia.

Por eso vale la pena revisar las preguntas de evaluaciones pasadas y adaptar el temario.

En este proceso también puedes ver qué partes son necesarias memorizar a detalle y cuáles no.

Muchas veces hay información que puedes deducir por el contexto, si hay algo que ya sabes o puedes intuir, entonces no lo memorices.

Reserva las técnicas para esos datos más difíciles, que no se pueden deducir.

En otras palabras, nadie utiliza un tanque de guerra para acabar con un mosquito.

Con esto podrás economizar tiempo de estudio y reducir la densidad del material.

Elaborar resúmenes

Estos te permitirán estudiar más contenido en menos tiempo.

La gran mayoría de temas tienen, por decirlo de algún modo, mucho relleno antes de presentar la idea principal.

Y estas palabras pueden ser muy técnicas o difíciles de recordar. 

Por lo que ya no sería sólo memorizar el tema, sino toda la introducción compleja que no está aportando mucho en el contenido en sí.

Si tienes que memorizar un tema con 800 palabras para decir lo mismo que dirías con sólo 100, pues conviene más estudiar el último.

Aparte del gran ahorro de tiempo, tienes otra ventaja interesante.

Cuando resumes estás usando un lenguaje más familiar para ti, por lo que interiorizas el tema más fácilmente y lo vuelves más tuyo. 

Podemos recordar mucho mejor nuestras propias palabras que las de alguien más.

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