Exponer o hablar en público es un trance que a veces nos intimida demasiado y hace que perdamos la concentración fácilmente. Así que aquí te daremos 10 consejos para que no se te olvide absolutamente nada en tu próxima exposición.
1.- Debes es ser muy organizado/a. Días o semanas antes de la charla, cuando empiezas a prepararla, es importante que anotes bien todas las ideas y escribas puntos claves que luego te permitan repasarlos con facilidad.
2.- Apóyate en una técnica de memorización. Para que no olvides estos puntos clave puedes usar una técnica de memorización como un palacio de la memoria, un acrónimo o un palacio corporal. De esta forma te resultará más sencillo recordar cuál es ese punto a clave tratar.
3.- No abuses de la memorización. Está bien que recuerdes los puntos claves e incluso que los escribas en una diapositiva para que puedas mirarlos rápidamente y evocar ese tema, pero a partir de ahí es esencial que el tema puedas desarrollarlo por ti mismo con tus propias palabras.
Verás que los temas que más conectan son los que cuentan historias, así que será de mucha utilidad que lo desarrolles con tus propias palabras. Esto no quiere decir que no practiques antes, de hecho tendrás que practicar durante los días y semanas previas, pero una vez llegue el momento de la presentación, expón con tus propias palabras. Verás que te sale más natural y no tienes esa necesidad de recuperar toda la información que en muchos casos puede hacer que pierdas la concentración.
4.- Visita previamente la habitación o espacio donde se va a dar la charla. ¿Por qué? porque esto te va a facilitar ponerte en esa situación. Ponerte de pié en el lugar donde tienes que dar la charla te hará entrar en confianza previa para el momento que tengas que hacer la exposición.
5.- Controla el tiempo. Es importante que tengas a mano un reloj o que tengas un cronometro a la vista para saber en cada momento que punto de la charla deberías estar.
6.- Toma pausas que te den aire. Las pausas gramaticales quedan muy bien y hacen que el público preste atención, pero además te puede dar unos valiosos segundos para recuperar esas ideas y relajarte.
7.- Integra los incidentes. Si ocurre alguna distracción, por ejemplo, si alguien tose o se cae algo, no intentes ocultarlo. Ríete, señala con humor esa distracción e intégrala. Esto te hará conectar con el público y hará que estés menos incómodo.
8.- Mira a todo el público. Y hablando de incomodidad, cuando hables con el público no te centres en una sola persona. Es terriblemente incómodo para ambos. Ve buscando mejor caras amables en el público y ve haciendo un barrido visual y ve contando la charla como si fuera de un amigo a otro.
9.-No estas solo. Piensa que el resto de gente que esta ahí, tus compañeros, tienen que salir a exponer y tienen miedo igual que tú. Incluso si quieres verlo, puedes retarlos con alguna pregunta en la que tengan que levantar la mano. ¡Cuando veas el terror en sus caras pensado que les vas a preguntar te sentirás bastante mejor! porque sabrás que no estás solo.
10.- Utiliza tus nervios a tu favor. Cuando sientas esa sensación de fuego en el estómago y que los nervios empiezan a invadirte, utilízalo como potenciador para contar con pasión ese tema.
Siguiendo todos estos consejos ya verás como tu próxima charla es un éxito
No te pierdas el vídeo donde lo explicamos todo
¡Buena suerte memorión!